Los pamplonicas

Como siempre, hablo desde mi breve experiencia en la ciudad, con lo cual mi opinión es relativa porque puede estar supeditada a los caprichos de una casualidad que me llevase a tratar con tal o cual gente. Pero la verdad es que tuve la oportunidad de hablar con bastantes personas (y algún gato que otro), y el trato fue, en el cien por cien de los casos, exquisito. Así que la impresión que me llevé yo es la de que los pamplonicas son amables, extrovertidos y hospitalarios, dispuestos a echar un cable (como me pasó en más de una ocasión) al desconocido. 

Otro aspecto que me llamó la atención, es que la vi una ciudad muy vasca. Ya sé que no lo es, que los navarros son navarros y los vascos son vascos, aunque estén al ladito. Pero me sorprendió la cantidad de ikurriñas y referencias a la independencia de Euskadi en los balcones, el aspecto de las calles del centro también era muy parecido a las de muchas ciudades del país vasco, la gente, aunque de todo hay en la villa del señor y también en Pamplona y en Euskadi, pero mucha presencia de ese estilo tan hippie, o perroflauta, muy presente entre los abertzale. Según tengo entendido, hay un porcentaje de población que se identifica con Euskadi y un porcentaje, creo que bastante más alto, que son simplemente navarros y españoles. En cualquier caso, por encima de ideologías de unos y otros, aunque sea por proximidad y raíces comunes, hay muchos parecidos entre ambas comunidades.

En cuanto a los idiomas, el castellano y el euskera son ambas lenguas oficiales. Los carteles con el nombre de las calles, por ejemplo, están en los dos idiomas. Por la calle yo oí hablar castellano en un porcentaje muchísimo más alto, aunque con coletillas propias de cada lugar, como decir agur en vez de adiós, por ejemplo.

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