La ciudad nació a orillas del río Onyar, en medio de la vía Augusta, y aunque los primeros pobladores de alrededor de la ciudad, en el 79 a.c., fueron íberos, los que le dieron forma de ciudad fueron los Romanos, formando Gerunda y obligando a los pobladores de alrededores a vivir allí, con el fin de formar una ciudad fortificada que defendiese la vía augusta.

Con la caída del imperio romano, vinieron los visigodos hasta el 711, que la invadieron los musulmanes. El 785 pasaron a manos de Carlomagno y se formó el condado de Girona, perteneciente a la marca hispánica, El 878, Guifré I unificó los condados de Girona y Barcelona.

Y desde más o menos entonces, hasta 1492 en que fueron expulsados, hubo una importante comunidad judía en la ciudad.

Desde que pasa a poder de Carlomagno hasta el siglo XIV, es una época de esplendor para la ciudad, con muchos artesanos, comerciantes e industria, y se expande más allá de sus murallas.

A partir del siglo XIV viene una época de decadencia,

Entre los siglos XVI a XIX, se ve perjudicada por su situación geográfica, ya que está justo en medio de las guerras entre Francia y España, y pasa a ser asediada e invadida por las dos en diversas ocasiones.

A partir de mediados del siglo XIX, la ciudad crece, tanto demográficamente como industrialmente, se abre de nuevo la universidad que ya había existido antiguamente,

Durante la dictadura es reprimida culturalmente y sufre las consecuencias de haber pertenecido al bando perdedor.

En la actualidad es una ciudad bastante rica y que, pese a que durante el siglo XX vio como llegaba bastante inmigración del resto del país, solo pasear por sus calles ves que es una ciudad con un sentimiento mayoritariamente independentista.