Nació en el siglo V a.c. , fundada por los romanos como una base militar, que después se llamó Tarraco y se convirtió en una de las principales ciudades del imperio romano hispánico.

La presencia de Augusto en los años 26 y 25 a.c. fue clave para convertirla en la capital de la Hispania Citerior, y durante los primeros siglos después de cristo, fue importantísima y alcanzó su máximo esplendor.

Siguió siendo importante con los visigodos.

Y fue con la conquista árabe, cuando entró en su periodo de decadencia.

En el siglo XII vino la época de los condados en Catalunya, y se recuperó, pasando a ser la ciudad más importante de su provincia.

Nuevo periodo de decadencia durante la edad media, cuando la peste y diversos ataques, hicieron estragos y la ciudad perdió mucha población y cayó en una crisis económica.

A principios del siglo XIX, guerra de la independencia, la ciudad se recuperó, la economía salió a flote, especialmente gracias a la exportación de vinos y aguardiente, resurgió la burguesía y la ciudad se modernizó y se expandió más allá de las murallas.

Actualmente, la ciudad tiene una fuerte industria, y uno de sus motores es su puerto.